La narrativa: es un género literario que engloba la novela y todo tipo de relatos. Estos escritos, generalmente en prosa, recogen una serie de hechos, explicados por un narrador, que suceden a uno o más personajes que son los que realizan las acciones. El autor puede o no estar directamente involucrado en la obra. Si se trata de un cuento o de una novela, la historia es imaginaria y, en el caso de una crónica, se trata de una historia real.
Cuando se habla de narrativa es importante destacar que el término abarca otros campos además del literario, como el audiovisual (cómics, juegos de mesa, videojuegos, televisión, cine).
El paradigma narrativo, según Walter Fisher, hace referencia a toda «comunicación con sentido» que refuerza la experiencia y ve esta comunicación en forma de una historia.
La narrativa:
- se compone de estructura de significado en una secuencia ordenada de sucesos;
- circula por la cultura como válida y la cultura facilita su validación;
- permite interpretar, estructurar y organizar la vida cotidiana.
Con respecto al análisis narrativo, resulta interesante la propuesta de J. García Jiménez (1993) de distintos modelos.
Dicho modelo se basa en considerar el fenómeno narrativo como un tipo particular del proceso comunicativo. Dentro de este proceso, el narrador (que en la ficción es diferente del autor) es quien genera el acto comunicativo. El mismo narrador es quien utiliza el discurso narrativo para articular el mensaje o la historia, que le servirá de intermediario para comunicarse con otro destinatario (o narratario en la trama intertextual). La dinámica comunicacional que se establece demanda una interpretación que impone una comunicación/significación en la que ambas personas (narrador y narratario) comparten los códigos, ya sea el código lingüístico, narrativo, o el semántico-pragmático, sobre los cuales se establece el relato o historia.
El narrador es quien se encarga de relatar la historia, sobre un mundo ficticio y una sucesión de hechos, sitios y personajes, en un lapso determinado de tiempo. Juega un papel intermediario entre el público y los hechos.
Se puede diferenciar entre los siguientes tipos de narradores:
- Cuando el narrador habla en primera persona, entonces se conoce como narrador personaje y es partícipe en la historia que narra.
- El narrador testigo/objetivo relata los hechos en tercera persona con carácter de observador.
- El narrador omnisciente es el que habla, en tercera persona, conoce los sentimientos y pensamientos de los personajes además de los hechos.
Modelo Semiologico.
El modelo semiológico parte de la premisa metodológica de que «todo cuanto existe es dialéctica significativa y en consecuencia, texto, puro texto». Su análisis se guía por una racionalidad subjetiva que profundiza en determinados rasgos y no pretende un estudio acabado y completo. Este modelo es muy rico y exhaustivo en el estudio del aspecto que focaliza, que debe ser homogéneo, razón por la cual es muy difícil de ser aplicado en los relatos audiovisuales.
El modelo actancial.
Este modelo sigue la lógica de Propp y sostiene que existen formas universales de organizar la narración o «suprarelatos» y así analizar las migraciones de motivos narrativos. Sin embargo, este modelo también se aparta de la lógica proppiana por lo que se refiere que no considera el número de funciones narrativas sino que se aboca al análisis de las estructuras profundas del relato. Es interesante la propuesta de Greimas, el cual propone un modelo de análisis del relato basado en los actuantes: en tal sentido es un modelo semiótico comunicacional y enfatiza en las funciones que representan los personajes dentro de un relato. Se habla de que el actuante puede ser un hombre, un animal, una taza o cualquier figura, que se mezcla con la función que representa dentro de la narrativa destacando al actuante.
Hasta aquí, estos modelos emergen del pensamiento analógico y deductivo. En cambio, existe otro modelo que tiene una lógica diferente:
El modelo pragmático.
Este modelo sigue una lógica inductiva y parte del análisis de los textos narrativos para inferir los indicadores significativos y los criterios que posibiliten la construcción de hechos observables. Este modelo, si bien asume las contribuciones de los modelos anteriores, propone estrategias mejores a las elaboradas por el modelo semiológico para el análisis de los discursos narrativos:
- No se limita a la «gramática de la historia» y considera como factores esenciales el contexto y la dimensión pragmática del discurso.
En el caso de la narrativa abarcada desde el ámbito audiovisual, por ejemplo, se apela al contexto sociopolítico en el cual emergen las tecnologías de la información y a la dimensión pragmática del discurso narrativo que se genera bajo estos entornos.
El modelo pragmático de análisis representa un tipo particular de organización discursiva que sostiene que el acto narrativo puede ser analizado de un modo intuitivo. Básicamente incluye la dimensión poética, ya que, si bien la retórica utiliza las estrategias del discurso, permanentemente las transgreden ya que narrar implica libertad. Por lo tanto se ubica más cerca del discurso que del plano de la historia.
Diferentes autores aportan observaciones relacionadas con estos modelos:
- Jean-Paul Sartre dice que el fenómeno narrativo es el encuentro y a la vez la colisión de dos actos libres: la creación y el consumo recreador, encuentro que es tanto para el autor como para el lector una experiencia lúdica.
- Julia Kristeva propone reconstruir la generación de los sistemas de significación más allá de la visión de que todo posee una racionalidad explícita. Apoyándose en la Semiótica, Kristeva destaca al sujeto como generador, como autor, que inconscientemente se expresa a través de los textos. La cultura no se limita a formalizaciones ni es estrictamente una «satisfacción alucinatoria» del deseo: es a la vez singular y plural, goce estético y pulsión expresiva. Kristeva analiza la narratividad, el universo semántico y el espacio pulsional. En cambio,
- Lévi Strauss se aboca a profundizar en el aspecto semántico de la narrativa.
La Narrativa es la especialidad literaria que se dedica a contar historias, eventos y sucesos en diferentes modalidades. Las principales modalidades son: El cuento, la novela, la leyenda y el mito.
Todas estas modalidades tienen un factor común que es el hecho de que narran. La narración requiere un principio y un fin y una secuencia de las acciones en el tiempo, que constituyen el hilo narrativo. A través del hilo narrativo seguimos el curso de los acontecimientos que se suceden a través de dos formas: la descripción y el relato. La descripción nos ofrece una profusión de detalles sobre el objeto u evento descrito.
Una narración es un relato en el que intervienen diferentes elementos: personajes que realizan acciones en un espacio y tiempo determinados. Estas acciones se basan en un conflicto o situación inicial que las genera. Estas historias son contadas por un narrador.
Cuando los personajes se trasladan y los hechos narrados suceden en el transcurso del tiempo, deben seguir un orden y estar organizados en secuencia, dando lugar a los diferentes momentos de la narración.
Análisis de un texto narrativo.
El análisis de un texto narrativo debe contar con los siguientes datos:
- Datos biográficos del autor.
- Características generales de la obra del autor.
- Movimiento literario en que se encuadra al autor.
- Género literario del texto narrativo.
- Estructura del texto (división en capítulos, prólogo, epílogo).
- Resumen o síntesis del relato.
- Personajes principales y secundarios, sus características.
- Lugar y tiempo en que suceden los acontecimientos, duración del relato.
- Tipo de narrador.
- Realidad que presenta el texto (realista, fantástico, etc.).
- Interpretación personal y reflexiones acerca del texto..
Algo más de una bella narración
El ser humano tiene una gran necesidad de comunicar, de narrar, de expresar lo que le ocurre tanto a sí mismo y a los demás.
Cuando esta narración de sucesos es realizada de manera bella, buscando transmitir un mensaje que permanezca en el tiempo y tocando temas de interés universal, se convierte en una obra literaria. Este tipo de obra literaria forma parte de lo que llamamos el género narrativo.
El género narrativo es uno de los tres grandes géneros literarios que existen, y que podríamos definir como conjuntos de obras literarias con características similares. En el género narrativo se agrupan todas las obras literarias que narran acontecimientos y que también se denominan obras narrativas.
Elementos
Toda obra narrativa está conformada por tres elementos imprescindibles:
- El mundo narrado: es decir, la historia- real o ficticia- que se nos cuenta.
- El narrador: quien cumple la función de relator de la historia y desaparece cuando ésta termina.
- El destinatario: la persona que recibe la narración, ya sea como lector uoyente. De este último elemento no es necesario agregar nada más de lo que te explicamos en un Icarito anterior. Pero de los dos primeros revisaremos algunos aspectos.
El mundo narrado.
En él existen tres elementos principales: los personajes, los acontecimientos y el ambiente.
- Personajes: son seres creados por el autor y que cobran vida dentro de la historia. Ellos son quienes realizan los hechos o a quienes les suceden.
Los personajes no siempre son ser seres humanos. También pueden ser animales o -incluso- fenómenos naturales, a los que se les dan características humanas como hablar, pensar, moverse, etcétera. Adquieren su calidad de personajes porque intervienen en la historia.
No todos ellos son todos iguales ni tienen el mismo grado de participación en los acontecimientos que se narran.
Los orígenes de la narrativa.
El relato largo en verso narrativo, la abundante cantidad de romances en prosa y los fabliaux franceses florecieron en Europa durante la Edad Media y su contenido se alimenta de los recuerdos contados y transmitidos por la tradición sobre los héroes legendarios y sus proezas.
Estas obras contribuyeron al desarrollo de lo que más adelante será la novela pero que en esta época no tiene nombre como género, y se les conoce tanto como libro. En la India, en el periodo védico, las formas líricas y de leyenda estaban al servicio de la oración o la exposición de los rituales, al contrario que en épocas del periodo sánscrito, en el que las formas didácticas, líricas y dramáticas se desarrollaron mucho más allá de su primitivo estado hasta otro de gran pureza literaria, estética y moral.
La forma y el estilo de la literatura sánscrita clásica son, por lo general, diferentes a los de la védica. La sánscrita clásica utilizó la prosa únicamente para textos científicos y de gramática y filosofía, además de cuentos, romances y algunas obras teatrales en los que no demostró una evolución comparable a la que tuvo en el periodo anterior, sino más bien al contrario, se fue haciendo cada vez más difícil y poblándose de largas y retorcidas construcciones retóricas. La literatura del periodo sánscrito clásico estaba compuesta por poesía épica, dramática, lírica y didáctica, y por prosa didáctica, dramática y narrativa.
La narrativa nos muestra que toda persona encierra un mundo en sí mismo, lleva en sí nuevas...
Y todo ello es transmitido en historias de la vida de diversidad de personajes que viven distintas historias en múltiples escenarios.
En los cuentos tradicionales se encuentran varios personajes que se repiten, y cumplen con misiones parecidas en narraciones cortas, con más o menos los mismos acontecimientos. El cuento contemporáneo en cambio puede ser mucho más corto y más profundo, con personajes de la actualidad y sucesos muy inmediatos. Con un principio y un fin cercanos o inmediatos. En el mundo mágico de los cuentos de hadas se conocen los duendes, gnomos, elfos, genios, trasgos, trolls, enanos, banshees, silfos, espíritus y ondinas. La imaginación folclórica no concibe la tierra de las hadas como un mundo aparte, sino que hace vivir a los duendes en parajes tan comunes como las colinas, árboles o arroyos, y además usan ropas, adornos, muebles, casas y otros objetos semejantes a los de los humanos.
Charles Perrault con su Cuento de Mamá Oca fue uno de los primeros que despertó el interés por estos temas. Las traducciones de "Las mil y una noches" ayudaron al desarrollo de este género literario. Luego, en la época del romanticismo, aparecen los hermanos Grimm, que realizaron una recopilación y estudio de cuentos de hadas de la tradición europea en Cuentos para niños y familias.
Uno de los antecedentes más antiguos de la novela es la novela de caballerías como El Quijote de la Mancha y debe situarse en la difusión europea, con gran influencia española, de tres ciclos épicos medievales: el artúrico, el carolingio y el troyano. El código moral caballeresco se entrelaza con el código amoroso -el caballero brinda sus empresas a su dama -, y ello explica los puntos comunes entre la novela caballeresca y la novela sentimental. Mario Vargas Llosa un novelista latinoamericano ha estudiado en la actualidad las novelas de caballerías, hasta el punto de afirmar que el coronel Buendía, de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, Premio Nóbel de Literatura, parece descender de las cruzadas caballerescas.
La Novela
En la novela, el relato es mucho más lento, las descripciones mucho más complejas, y los personajes son trabajados con muchos detalles, no sólo en su aspecto físico y sus acciones, sino sobretodo en su psicología.
La leyenda
En la leyenda hay una narración parecida a la del cuento pero puede variar de una versión a otra porque está transmitida por vía oral de las personas que las relatan, y llena de detalles de costumbres de los pueblos. También tiene elementos mágicos parecidos al cuento. En las leyendas a veces se da una mezcla de hechos reales y de ficción. La leyenda retrata en general a un héroe humano, como ocurre en el caso de la Ilíada y la Odisea o la Eneida . Son legendarias también las historias que nutrieron muchas novelas de caballería durante la edad media y que han servido de fuente a escritores de épocas posteriores: así ocurre con la leyenda del rey Arturo.
El mito
El mito es parecido a la leyenda pero usa más lenguaje simbólico para explicar el origen de algunos elementos de una cultura. Los mitos explican según la tradición popular, cómo se originaron ciertas costumbres o ritos. Un legado importante para la cultura occidental lo es la mitología griega cuyos personajes sirven para ilustrar ejemplos del comportamiento humano, a estos personajes, los romanos le asignaron nombres diferentes a de los griegos.
Propuestas al tema.
Para estructurar adecuadamente una obra narrativa, deberá tenerse en cuenta que:
*No siempre lo que funciona en la vida real, es funcional en el discurso narrativo.
*La descripción y la acción deben de conjugarse armónicamente para lograr el interés del lector.
*El contenido específico de cada relato debe de plantearse en la forma que mejor lo exprese, pues de lo contrario puede lograrse un efecto inverso al buscado.
*No siempre lo que funciona en la vida real, es funcional en el discurso narrativo.
*La descripción y la acción deben de conjugarse armónicamente para lograr el interés del lector.
*El contenido específico de cada relato debe de plantearse en la forma que mejor lo exprese, pues de lo contrario puede lograrse un efecto inverso al buscado.
Se podría utilizar los siguientes componentes en la obra narrativa:
- La división en capítulos (numerados o no), partes o secciones.
- Las referencias retrospectivas.
- La velocidad del tiempo fabular (más lento o más rápido).
- Las referencias a hechos que ocurrirán más tarde en el tiempo fabular.
- Los escenarios de la narración.
- El foco de la narración (un personaje solo o varios a la vez, un grupo sin nexos familiares o una familia, un árbol o un bosque, un animal o una manada).
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